Like an April breeze - { P R I V }

Perfume de gardenia y noches frescas.  Decidió vestir de blanco por completo y soltar su cabello, el total opuesto de como fue que se reunieron la última vez. Si era por disipar malos recuerdos o por no atraer metafóricamente otra desgracia (o ambas cosas) fue otro asunto, aunque iba mucho más relajada que aquél entonces, y más animada sin dudas. La cita era en el Folk Gardens, café por el día y bar en regla pasadas de las 10, relativamente reciente pero ya característico por su combinación de blues y bandas independientes del género, su decoración de luces suaves y cuadros coloridos de Leonid Afremov, variedades de café y martinis. Valía la pena el que estuviese un tanto... escondido por las calles del centro, pues era el sitio ideal para el grupo pese a ser un pub. Ninguna otra tragedia iba a ocurrir, y los traumas habían sido dejados atrás. ¿Por qué temer?

Se había anticipado al tráfico de la ciudad estando lista con al menos una hora de antelación, y el ir con tiempo le daba más calma ya que, no olvidaba jamás la acostumbrada puntualidad de uno de los miembros del antiguo equipo de fiestas. Fue sólo cuando se vio en medio de una lenta fila de autos y faltando quince minutos en su reloj de muñeca que resopló, casi rogando en su mente por que avanzaran más rápido. Al parecer fue escuchada, ya que mas tarde arribaba al lugar a pesar de los 5 minutos de retraso y siendo recibida por el tintineo suave de una campanilla sobre la puerta que, de todas formas se perdió en la música y el conversar de los clientes. Temas clásicos de Sting y otros tantos artistas que incursionaron al estilo, llevada a cargo de una simpática banda vestida para la ocasión: trajes sastres y sombreros. Más que iluminación artificial, el lugar se encontraba ornamentado de velas y colores claros, con las enormes ventas descubiertas para recibir el roció de las luces del exterior. Ya le parecía el lugar perfecto, listo para ser agregado a su lista de sitios favoritos.

La puerta cerró con lentitud tras de sí y buscó, desde su distancia por el amplio club con la mirada primero en la barra, al ser lo más visible, después hacia las mesas por si es que la reservación había quedado para los 4. Claro que lamentaría la falta de su compañera aquella noche y que la misma les haría en falta a los demás, siendo ella la única dama en el círculo pero, ¿Qué mas daba? Iba en representación de ambas, y estaba segura de la diversión no iba a faltar. Kissing a fool y risas. Encontró una distintiva y entrañable melena de negros rizos a unas mesas más adelante y suspiró aliviada. ¿Es que los años no le pasaban encima a él tampoco? Quizá fuera que en vez de pasarles factura, les sentaran todavía mejor. Como los buenos vinos.

- Tan puntual y formal como siempre, Raphael -  Expresó, casi recitando una poesía mientras depositaba la diestra suavemente sobre su hombro una vez llegó hasta él - Dudo que incluso, llegases tarde a una cita con el destino - Acompañaba su lirismo con buen humor, al tiempo de recibirlo con una amplia sonrisa - Aún si te encadenáramos a la pared. Buenas noches, es encantador volver a verte - Y seguido de ello, un efusivo abrazo para compensar todo el tiempo sin verse. Aún le parecía irónico que trabajando para la misma empresa, no se hubiesen visto cara a cara hasta entonces. Era ridículo, ¿No?

- Vengo con malas noticias, por desgracia. Vivianne me dijo esta tarde que no podría asistir,  que le disculparamos y que lo compensaría la próxima vez - Grace se encogió de hombros al exhalar, apenada por tener que dar el comunicado de su amiga. Tomó asiento a su lado mas contenta que resignada, pues tenía la seguridad de que no iba a ser la última vez que acordaran a verse de nuevo todos juntos - Pero Roman si vendrá, ¿Verdad? - Sincera en su curiosidad, no obstante, quería disipar la duda de si el también les dejaría colgados o no. De todas formas recordaría esa velada, estando col el varón como los viejos tiempos sin embargo, mas llena de madurez que en la juventud de ambos.